La intervención de Petro y Golpe reputacional al Estado de Derecho
En un largo mensaje en redes sociales, el presidente Gustavo Petro cuestionó la autonomía de la fiscal Laborde y acusándola de romper el “debido proceso” y de convertir el proceso en un “festín” para la oposición.
La intervención de Petro cobra peso teniendo en cuenta la carta que envió la fiscal a cargo del caso de Nicolás Petro a su superior, la fiscal general.
Allí denunció supuestas presiones indebidas desde la Dirección Nacional de la Fiscalía, cuestionando la “intempestiva” designación de una fiscal de apoyo para su caso. Asegura que su investigación tiene un “soporte probatorio muy fuerte” y no requiere asesoría, lo que sugiere una clara injerencia interna.
La consecuencia del ataque del presidente Petro es un golpe reputacional al Estado de derecho: si los fiscales no pueden actuar con independencia por temor a ser atacados públicamente por el presidente o presionados por sus superiores, la justicia deja de ser un pilar de la democracia y se convierte en una herramienta del poder político.
La denuncia de la fiscal y las presiones internas
Además, la fiscal deja en entredicho a la directora de Lavado de Activos, a quien señala de, según dice, haber recibido peticiones de la defensa de Nicolás Petro, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia del proceso.
Gustavo Petro faltó a su palabra… otra vez
Al señalar una posible falta de garantías en el caso contra su hijo, el presidente nuevamente incumple una promesa que hizo en su propio gobierno.
El 29 de julio de 2023, el propio Petro señaló, a través de su cuenta de X ,que no intervendría ni presionaría las decisiones de la Fiscalía en el caso contra su hijo. Ya en su momento expresó “que el derecho guíe libremente el proceso”.





